martes, 3 de febrero de 2015

Los tres mega Titanes




Capitulo IV: Esculpiendo madera


                 Recostado en su habitación, se sentía cansado, algo débil, pensaba que lo que había vivido era una de sus peores pesadillas. Uno de sus mejores amigos, con el que compartía a diario en la Universidad de la Magia se podría decir que estaba muerto, había ocurrido algo peor, las sombras había devorado su cuerpo en vida, corrompido su voluntad haciéndolo uno más de ellos.  Cuando se levantó ya habían pasado una semana desde el enfrentamiento contra Jeimbum, El fiel sirviente de Treouknu, Rohxo con la ayuda de Labhol colaboraron para potenciar el estado de regeneración de Eafed, la forma más óptima fue dejarlo dormir profundamente por toda la semana. Todo era distinto, la habitación de Eafed era un completo desorden por el sector del Cofre, pertenecías de Rohxo, que discutía constantemente con Labhol que mantenía un orden y limpieza impresionante por las pertenecías de él y del supuesto nuevo amo que sería Eafed.

                El resultado de la regeneración sumado a la magia de ambos sirvientes lograron crear nuevamente la mano y el antebrazo de Eafed de una forma artificial, en cambio el pie perdido optaron por colocarle una pata de palo entretejida con elementos de plata trabajado por Labhol.

                En la aldea Agrondium había ocurrido varios cambios, el brujo Treouknu se había puesto de acuerdo con los sobrevivientes. Los principales puntos están en los sectores periféricos Norte, Sur, Este, Oeste ahí se encontraban, los cazadores y recolectores de comida con algunas bestias, creaturas al servicio del brujo. Entre los puntos hacia el centro de la ciudad hay pequeños lugares de iluminación para resguardar la interconexión, finalizando en el centro, donde se encuentran los ancianos, niños y mensajeros.  

                Los nuevos cambios que se realizaron en la aldea no interfirieron con los labores de Padre, el seguía realizando su rutina con los pocos aldeanos que seguían viviendo en Agroundium, era un hombre comprometido con su trabajo y el horario que se auto exige habitualmente. Debido a la reducción de las encomiendas. Tuvo que recurrir a incorporar otras labores para seguir manteniendo la cantidad de cuentos de cobre que tenía al mes. Madre en ausencia de Eafed y Argod le era algo más sencillo estar pendiente de las cosas que realizaba el pequeño Eajep. Gracias a los cuidados constante de Madre, incluido los artefactos que Eajep llevaba con él, de pasar a ser un pequeño enfermizo, débil. Estaba comenzando a mostrar otras habilidades, aptitudes diferentes a sus hermanos mayores, incorporando una tranquilidad a su madre.

                Después de haber transcurrido otra semana Eafed se había puesto al día con las evaluaciones que había dejado pendiente desde el enfrenamiento que tuvo con lo que quedaba de Jeimbum, se tardó unas horas en explicar a sus profesores lo que había ocurrido en su ausencia. Labhol para colaborar con la versión de la historias con los profesores, se presentó ante ellos, de mala gana, de esa forma los profesores le dejaron realizar nuevamente el examen. Aun no se habituada a caminar con la pata confeccionada. Pero se sentía muy agradecido del aprieto de que lo habían salvado. Rohxo dejo en claro que el seguiría siendo el maestro, también que debería llevar y saber emplear los objetos regalados por el brujo. Tanto Eafed como Labhol aceptaron la condición de Amo- Sirviente al igual que se mantenía entre Treouknu- Rohxo.

-¿desde ahora todo lo dejaras más ordenado Rohxo?

-aja! Desde luego no lo hare, Labhol no olvides que tu Amo es mi discípulo actualmente, debido a eso tengo un cierto derecho.

-Mi nuevo amo puede ser tu discípulo, pero no permitiré que mantengas un caos en su habitación, eso podrá influir en sus excelentes calificaciones, además en los progresos en los estudios que realiza para la evolución de su magia.

-¿Labhol no olvides que yo soy su maestro?

- ¿pero qué te crees Rohxo? tu eres uno más de sus maestros, porque él también es un estudiante de Copas Almizcladas.

-deberías decirme uno de sus maestros más valiosos, sin mí el estaría muerto. Tanto el cómo sus hermanos, ¡sin mí! Tu no habrías podido ir en su auxilio y convertirte en su ¡sirviente! Querido Labhol… piensa dos veces antes de decir algo contra mí.

- ¿podrían dejar discutir en mi habitación? Estoy agradecido con ambos, también creo que todos tenemos cosas más importantes que hacer o no Rohxo.

-Si tienes razón pequeño Eafed. Cuando sientas que este un poco más preparado te dejare un tiempo con Labhol para ir a informar a mi amo los detalles que hemos tenido en los enfrentamientos con los Raskofg

-¿Qué son los Raskofg Rohxo?

- Creo que Labhol te explicara más de ellos, yo mientras tanto asegurare el perímetro cerca de la posada antes que caiga la noche.

-Bueno es un tema bastante largo de explicar, lo resumiré según la información que ha recopilado de nuestra raza. Esa cosa opaca más oscura que la noche, las cuevas y bosques del olvido, Es una de las mil formas de sombras que existen en lo desconocido, eso que se ha adherido, corrompido y apoderado de tu buen amigo Jeimbum. Algunos dicen que tienen forma, otros que las roban, que alguien las dirige o actúan por voluntad propia.

-¿pero por qué a mi amigo, porque él quería atacarme a mí?

-No sabemos bien porque los motivos del ataque. Solo tenemos claro que las sombras están adquiriendo más poder, adeptos en sus filas. Estamos investigando si son escogidos o al azar.

-¿sabes algo de mi familia?

-Yo no sé nada de eso, cuando vuelva Rohxo si es que vuelve, será más seguro esperar a que vuelva para informarnos.

-bueno, tendré paciencia…

-Sí, así es mejor, mientras tanto te enseñare algunas habilidades para fortalecer nuestro vínculo.

En Copas Almizcladas como en los demás grupos de gremios de magos en la capital Amtur estaban conscientes de la existencia de los Raskofg, oñji, uiyrfi, y las demás criaturas mágicas. Las universidades poseen varias protecciones que las mantienen más aisladas de los peligros, debido a eso no estaban interfiriendo en tomar cartas en el asunto. Si es que desaparecía algún alumno o apoderado, habitante de los alrededores hacían vista gorda. Mientras cumplieran con los pagos mensuales, anuales además de tener alumnos con excelentes logros están cumpliendo con sus metas.

La noche se situaba cerca de la capital Amtur, cerca de ella en la aldea Agrondium en uno de los puntos de seguridad se escuchaban sonidos de espadazos.

-más rápido, ¡gira el tobillo! Baja la cadera, mantén bajo tu centro de gravedad si es que no te acostumbras a estos movimientos básicos, no podremos pasar a los siguientes pasos.

-plaf plaf  palf plaf

- ¡más firme! Fuerza en el brazo, ágil la muñeca…

-aaaaahhhh ¡ya verás!  Zas zas zas

- te has acercado un poco, pero también, este esqueleto ha estado mucho tiempo combatiendo contigo y no ha tenido tiempo para Re energizarlo

-ufff maestro si que eres exigente conmigo…

Si es que quieres estar al nivel de tus hermanos o defender a todos los seres que amas, tendrás que aspirar a más que esto ¡Argod!

Desde el primer minuto que desperté en una habitación extraña, me hacia la idea que todo sería distinto. No sabía dónde estaba Eafed, tocaba el suelo, no estaba cerca del tótems. Intente salir de donde me encontraba pero en la salida habían un Golem pequeño acompañado de un par de los esqueletos que me han hecho entrenar día y noche. Me obligaban a combatir con ellos, cuando acertaba un golpe el golem marcaba  una línea con vara en la tierra. Si tenía mejores resultados me daban más comida, sino tenía que intentar a darles más golpes. Al comienzo de los primeros días entro un ser oscuro vestido de un cuero negro que absorbía la oscuridad de alrededor. Me dijo que lo siguiera, estaba muy rodeado para no obedecer sus órdenes.

-¿Cómo te llamas?

-Me llamo Argod, podría hacerle una pregunta ¿Qué hago yo aquí? ¿Dónde está mi hermano Eafed? ¿Por qué me tiene encerrado como un esclavo? ¿Cuándo poder salir de aquí? ¿Porque tengo que luchar todo el día con estos esqueletos?

-Te responderé una pregunta a la vez pequeño, tu hermano Eafed está sano y salvo con tus padres.

-grrr y  ¿cómo se si lo que me dices es verdad?

-Es decisión tuya si es que me crees o no Argod, yo Soy Treouknu un mago que paso a ser un brujo que se hace cargo de trabajos difíciles como el que está en tu aldea.

- mmmm pensare que es cierto ¿Por qué yo me encuentro encerrado?

-Creo que has perdido la memoria, pero si no fuese  por mi ayuda tú ahora serias un miembro de la Senda de la muerte de la Sombra.

- ¡no me interesa lo que me pudo haber pasado! ¡Solo me interesa volver con padres y mi hermano!

- las cosas no tan simple como crees pequeño Argod

- ¡te digo que no me interesa nada de lo que me dices! ¡Déjame salir! ¡Quiero estar con mi familia!

- ya he hablado con ellos por tu bien, yo y ellos han aceptado que te quedaras conmigo para entrenarte  y no vuelva ocurrir algún atentando de muerte contra ti y tus hermanos.

- ¡no quiero! ¡Déjame salir!

- Por lo visto tendrás que aprender a la fuerza, no te faltara comida en esta habitación, pero seguirás entrenando hasta que te dignes a escucharme y obedecerme, Sino nunca volverás a ver más a tu familia.

A la mañana siguiente todo seguía casi igual en Agrondium, todos tenían más preocupación por las desapariciones. Seguían al pie de la letra las indicaciones de Treouknu, evitaban salir por las noches, madrugadas, caminaban por los caminos que se encontraban iluminados. Mantenían el orden de los puntos periféricos de la aldea, el centro también. La sorpresa más agradable para el brujo fue la llegada de Rohxo.

-Saludos Amo

-Bienvenido Rohxo

-¿Qué desea Amo? He vuelto para cumplir sus decisiones.

-me gustaría saber cómo va el entrenamiento de Eafed ¿tiene capacidades para ser mi discípulo?

- es bastante disciplinado e estudioso, pero…

-¿pero qué? ¡Qué ha ocurrido Rohxo!

- Un compañero de Eafed de Copas Almizcladas mientras se encontraban camino a clases en el puente Lagrimas de Mil de fue corrompido, transformado en sombra, además de eso lo ha atacado a Eafed haciéndole perder un brazo y una pierna…

-¿Rohxo dónde has estado tú mientras estaban atacando a Eafed? ¿Acaso no estaba bajo tu protección?

- Lo siento amo, fue un momento de descuido. Pero encontré un buen amigo que estaba sin Amo que tiene bastante afinidad con Eafed. Él también me ayudo con la reconstrucción de una mano artificial para él.

-Con esos cambios que le ha ocurrido ¿crees que pueda ser uno de mis discípulos?

- No se Maestro. Pero confió en Labhol, son tan para cual, estudiosos, trabajadores y dedicados. Lo que le falta a Eafed, Labhol estará atento a potenciar sus habilidades.

Muchas acontecimientos estaban ocurriendo en el Reino Cascaron Jaspe, al norte se establecían Demonios, Sombras, por las montañas aunque quedaban algunos diversos gigantes, orcos. Pero la preocupación más latente en el Brujo que no tenía ninguna idea. Si las sombras se estaban expandiendo, si eran perseguidas y eso les hacía buscar más adeptos, ¿habría algún mago poderoso que las controlaba? Estaba perplejo, pensativo que era que tenía tan alteradas a la sombras.

                -Rohxo tú te quedaras a cargo de Argod al igual que te iré a presentar a padres para que veas los progresos de Eajep

                -Si Maestro

                -Además tendrás que mantenerme informado de cómo va el entrenamiento de Labhol con Eafed

                -Si Amo

                -Intenta que toda la información sea enviaba cuando tengas los progresos de los tres hermanos, tienen que ser breves y pocos.

                -Amo me exige muchas tareas, intentare llevarlas todas a éxito ¿tiene alguna prioridad?

                -Céntrate en el entrenamiento de Argod, no tiene muchas habilidades mágicas, pero buscaremos un modo de acercarlo. Mientras tanto puliremos sus capacidades físicas.

                -Si Maestro

                -Prepara todo hoy día. Partiré a la noche a buscar información sobre lo que ocurre en este Reino y a los alrededores. Dejo todo en tus manos Rohxo.

                -que tenga buen viaje Amo. Esperare su regreso

El agua se vertía de balde en balde por la cabeza y espalda de Eajep, Madre lo ayudaba a bañarse antes que se fuera a dormir el más pequeño de los tres hermanos. Mientras se bañaba Padre contabilizaba los cuentos de cobre que había reunido, estaba algo estresado. Era más difícil juntar los cuentos de cobres que necesitaba. También habían llegado un acuerdo con el Brujo Treouknu sus tres pequeños hijos aunque Eafed estaba estudiante en el Grupo de magos Copas Almizcladas. Sus tres hijos serian discípulos de Treouknu para ser aprendices de brujo. A padre no le gustaba la idea de que la magia estuviera en su familia, era la única forma que encontró  en su mente para mantener protegidos a sus hijos.  El Mayor Eafed y el que seguía Argod estaban en las edades de poder iniciar con el aprendizaje. Eajep el menor tenía que tener unos años más para comenzar. El trato consistía que mientras fueran aprendices, Treouknu velaría por su protección, Padre tenía que hacer un pago inicial, los pequeños cuando estuvieran más aventajados en sus en sus estudios, todos los trabajos, o dinero que ganaran. Casi la totalidad de los ingresos irán para el brujo hasta que el los califique y acepte que están aptos para ser brujos.

                Mientras que aun brillaba la Luna, El brujo dejo dos anillos en las manos de Rohxo.

-Cuando sea el momento preciso, entrégales un anillo a los hermanos faltantes. Argod es algo testarudo, tenle paciencia, al estar listo y le tengas un compañero como somos nosotros entrégale el anillo si es que aún no vuelvo. Si me tomo más tiempo de lo necesario has lo mismo con Eajep.

-Si Maestro.





Continuara…

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