Capítulo V: Manos a la Obra
La
música rodeaba la habitación… aun no entendía lo que ocurría muy bien, solo sonidos sin significados, me
entristecía que no podía salir de aquí. Mis sueños eran angustiantes al
comienzo, pero me dejaba ciertas señales. Extrañaba a todos, quería a mi
familia. Padre lo imaginaba en mis sueños que trabaja de sol a sol. Solo su
mano en mi hombro se mantenía aunque mis brazos sangraban mientras resistía los
latigazos de la sombras, los espadazos de la soledad en la oscuridad del
completo silencio.
-lo
llamaba… ¡padre! ¡Padre no te vayas! ¡No me dejes solo!
Solo sentía que me miraba aunque me daba la espalda
cuando realizaba su trabajado, sus pisadas se iban haciendo cada vez más pesadas,
pero aun sentía su mano en mi hombro. Padre se iba desvaneciendo en mis sueños,
las sombras se querían hacer con él.
-padre
no… tu ¡no!, tú debes cuidar a Eafed, Eajep , acompañar por siempre a ¡madre! ,
padre… ¡corre!
-sss
sss ni siquiera el viento nos alejara de tu padre murmuraban de fondo las
sombras
-¡no
malditas sombras! Primero tendrán que venir a por mí…
Despertaba a media noche empapado de sudor, cogía de inmediato la pequeña espada que
estaba junto a mi lado, masticaba la comida que tenía guardada en un plato.
Golpeaba al muro para llamar nuevamente a los esqueletos. Había perdido la noción
del tiempo cuantas sueños o veces realizaba el mismo entrenamiento. Algunas
veces aparecían una pareja de esqueletos, otras veces cuatro, me veía más
complicado cuando se unía el golem al enfrentamiento.
Cuando me sentía demasiado exhausto a más no poder
mantenerme en pie. Aparecía Rohxo para obligarme a descansar.
-¿Qué
te ocurre Argod? Nuevamente has tenido tus pesadillas
-grrr
grr tu que sabes de pesadillas solo sirves a un brujo con criaturas igual de
feas que tu
-Por
esa respuesta, debo suponer que sigues siendo un cobarde
-grrrr
ya verás que te derrotare cuando haya descansado
-jajajajajaa
ni en un millón de años podrás hacerlo pequeño ingenuo ¿Cuánto tiempo crees que
llevas en tu ridículo entrenamiento?, apenas sabes manejar algo la espada, pero
ni siquiera saber dominar lo más básico de los principios de la magia
-¡la
magia es para los débiles! ¿Cuánto combatirás como un hombre?
-pequeño
pequeño, acuérdate bien quien es tu enemigo, sino quieres perder a toda tu
familia, deberás ser más fuerte.
Cuando me traían el agua para que tomara un baño, el
cabello me había crecido bastante, al luchar con los esqueletos me percate que
eran algo más pequeños. También mis golpes sonaban más fuertes. Eso me
entusiasmaba un poco.
.Argod
si ganas en este enfrentamiento con un esqueleto,
te daré algo de información sobre Eafed
-acepto
Rohxo, veras que la magia no es todo.
-veamos
si logras algo
-plaff
plaff plaafff plaff plaff
-¿bueno
que tienes contarme?
-jajajajajaja
bueno en estos tres años y medio sería
absurdo que no hubieras mejorado con la
espada. Tú hermano Eafed de ser un novato, dejo de ser aprendiz y ahora está en el rango de Mago
Avanzado. Sigue perteneciendo al Grupo Copas Almizcladas. Según mi informante será
trasladado a una aldea llamada Nurtem
cerca de las cataratas Almas Vivas para
especializarse en alguna disciplina, va
con un pequeño grupo de compañeros.
-¿Qué
opinas? Acuérdate que también eres un aprendiz de mi maestro.
-Rohxo
como voy a pensar que soy su discípulo si me tienes aquí encerrado.
-pero
si tú te los has buscado con tu rebelde comportamiento, tus habilidades mágicas
tampoco pueden ayudarte por lo malas que son.
-si
estuviera más a gusto, quizás aprendería más rápido.
-Sinceramente
Argod creo que tú calzas más en el Gremio de los Guerreros, podría ser de
artesanos o comerciantes. También podrías optar a ser mensajero como tu padre,
pero tu padre con mi Amo han llegado al acuerdo que tú con tus hermanos serán aprendices
de brujo.
-¿pero
qué quieres que haga si ni siquiera siento la magia, lo único que se me da bien
usar las armas?
-Desde
la entrega de este anillo confiado a mí de mi Amo, hare todo lo posible de que
tengas habilidades mágicas aunque no llegues a ser un brujo.
-Lo
único que te puedo prometer Rohxo que me haré lo más fuerte posible con las
herramientas que tenga a mi alcance.
Continuaron
los incansables entrenamientos de Argos, cada minuto lo aprovechaba, Rohxo en
sus alcances mágicos intentaba hacer lo mejor posible para en encontrarles
rivales que aumentaran su sentidos de supervivencia, algunos días lo dejaba
meditar para reencontrarse con sí mismo. Al terminar el entrenamiento con Argos
recopilaba la información que tenia de Labhol de los avances de Eafed, después
elaboraba la carta más resumida posible para enviarle a Treouknu.
&
-Pirria
anda a buscar Nefgu para que no se distancie tanto de los demás, estamos en un
territorio que no conocemos del todo.
-por
esta vez lo hare, no se les olvide que no soy su recadera. ¿De acuerdo?
-sí,
si Pirria solo por esta vez por favor que Aunora quedo retrasada por el pesado
bolso que trae.
-Tenme
mi bolso Eafed me demorare menos en alcanzarlo si voy corriendo.
-Me
quedare junto a ese gran árbol que está al borde del camino, será el punto
medio entre Aunora y tú con Nefgu
Llevábamos
dos semanas de viaje, mi grupo lo pude formar meses después de la perdida de
Jeimbum, me hubiera sentido solo si no hubiera sido por la ayuda de Labhol que
ha estado siempre a codo a codo con mis avances, no era muy veloz por el pie
artificial que tenía, aunque era más un madera bien adornada más que otras
cosa. Mi grupo de Copas Almizcladas estaba en conocimiento de Labhol aunque a
él no le gustaba compartir con ellos. Solo salía de su cofre cuando me
encontraba solo.
-¿Qué
estás haciendo Labhol?
-he
estado confeccionado algunos artefactos para disminuir posibles ataques que
puedan llegarnos cuando estemos distraídos por la noche.
-
jajajaja siempre tan prevenido ¿Qué sería de mi sin ti?
- lo
más probable que ya te hubiera matado o serias una muestra circense de alguna
tribu de orcos, trol o demonios.
-
por lo menos podría ser más positivo o más gracioso Labhol…
-
hare el intento. Seguiré en mi asunto
que viene uno de tus compañeros.
Siempre me sorprendía los buenos sentidos de Labhol detectaba a cualquier ser antes que yo, a
veces pensaba que era por las grandes orejotas que tenía, otras veces pensaba
que podía tener algún artefacto o sensibilidad mágica.
-ufff
ufff Eafed deberías venir ayudar a una dama en apuros, además soy una de tus
primeras compañeras en Copas Almizcladas ¿acaso ni siquiera te gusto para que
me ayudes?
-tu
sabes que no es eso ¿creo que te advertí que no tenías que viajar muy pesado? Es
un viaje algo largo, pero no era necesario ir tan lleno de cosas que no
ocuparemos. En esto camino debemos estar atentos, juntos para evitar los
riesgos posibles.
-blablablabla
tu siempre tan serio y prudente… Somos cinco magos ya avanzados no somos
simples aprendices de Magos. ¿Crees que nos ocurrirá algo?
-Si
pretendes regalar tu vida alguna sombra o estas dispuesta que te rapte una
pandilla de orcos o trol y te violen bien por ti, pero yo no quiero pasar por
eso.
-jajajajaaja
¿sí que te pones trágico no?
-deberías
ser más cuidadosa Aunora uno nunca sabe quién podría estar observándonos o preparándonos
una emboscada.
-
pero bueno si ya me tienes aquí ¿tienes alguna idea para arreglar el asunto de
mi bolso?
-realmente
no se me ocurre nada, parece que tendremos que dejarlo tal cual está, por
ultimo deberíamos movilizarnos más lentamente cuando lleguen los demás.
-¡Hey!
Acá, yo tengo la solución Eafed.
- ah
Labhol ¿qué tienes en mente?
-Creo
que Aunora debe seleccionar lo más importante, pasarte algunas cosas a ti,
otras a mí, las demás quemarlas.
La idea de Labhol no le parecía muy simpática a Aunora,
pero estuvo de acuerdo por el cansancio que le ocasionaba llevar tantas cosas,
aun nos quedaba medio camino para llegar a Nurtem. Ocupamos las cosas más
inservibles para hacer la fogata, de ahí preparáramos algo de comida esperando
la llegada de Pirria con Nefgu.
Una de las personas que Labhol tenía confianza en
mostrarse era Aunora, se llevaban bien, aunque es bastante porfiada, era
bastante ordenada con buenas calificaciones. Mientras que ella ordenaba sus
cosas, yo me dedicaba a la fogata con la comida. Labhol observando que ya caí
la noche, estuvo colocando los nuevos
artefactos.
-¿no
crees que se han demorado mucho?
-Amo
creo que les tuvo que haber ocurrido algo a los muchachos, escucho a una
respiración acelerada que viene más allá de la roca que da vuelta detrás de ese
árbol verde oscuro.
-Aunora
Cúbreme la espalda, Labhol presta atención alrededor, no haremos nada hasta que
veamos de quien esa respiración entrecortada.
-Eafed
¿no deberías ir en auxilio de esa persona?
-pensaría
lo mismo que tu Aunora, por eso mismo, prefiero esperar a ver quién es primero.
Solo estamos nosotros tres y se han demorado demasiado los muchachos. Tenemos
que ser lo más prevenido posible.
De los casi cuatro años que Labhol estaba junto a Eafed
él siempre le narraba el casi secuestro que había tenido Argod, también las
consecuencias de su falta de poder y habilidad de juzgar la acciones después
del enfrentamiento de la sombra Jeimbum.
-Aunora
por esta vez prefiero que estés atenta y no me hagas más preguntas
-buen
dicho Eafed, todos concéntrense en lo que viene por ahí.
Se escuchaba más fuerte el jadeo, el sol casi no percibía
el ocaso se hace más presente, los nervios los tenían a flor de piel.
A unos pasos se veía una mujer que corría,
corría hasta acercarse a nosotros sin
ninguna acción aparente, Labhol estuvo a punto de hacer un movimiento, antes la
chica llego a mi intentando abrazarme.
-Di
un paso atrás ¿Qué te ha pasado? ¿Estás bien?
-uf
uf uf rápido, hay dos magos en apuros, estaba defendiendo el carro de mi padre
-¿Qué
dices? ¿Quién los ataca?
-¡es
un grupo de demonios! Feos, verdes algo pequeños pero numerosos, los magos
están haciendo lo posible para defenderse.
-¿Labhol
que crees que podemos hacer?
-mmm
Aurona debería quedarse acá con la muchacha cuidando las cosas, Eafed tu y yo
es arriesgado, pero hacemos un dueto con mayor probabilidad de éxito.
-estaba
pensando lo mismo, ¿Aurona sino te molesta podrías aceptar el plan de Labhol?
-bueno,
pero partan luego antes que se haga más tarde, no me agrada la idea de quedarme
sola o de protectora.
Dejamos el campamento lo más protegido posible, Rohxo
dejo activado sus nuevos artefactos, yo deje en las esquinas muy iluminadas, la
fogata que se encontraba en el centro se veía de normal a pequeña por las otras
fuentes de luz que deje encendidas antes de partir a buscar a los
muchachos. Mientras avanzaba iba
pensando en cuál de todos los conjuros iba hacer el más adecuado, mis pasos aun
no estaban bien adaptados a las marchas veloces, debido a eso Labhol se
adelantaba. La elección ante esta situación fue invocar a un cuervo que
vigilara desde el cielo.
Cuando el cuervo se elevaba Labhol ya había pasado el
árbol se había agazapado detrás la roca.
-Amo
sshhhhh venga con cuidado. Siento algo a lo lejos
-apague
la antorcha que pensaba llevar para alumbrar el camino
-Eafed
de aquí en adelante iremos lo más silenciosamente posible, escondiéndonos para
aprovechar la ventaja de la sorpresa. Sería buena idea que el cuervo avanzara primero para analizar
mejor la situación.
Siempre me parecía bueno los planes de Labhol , un poco
lentos para prestar auxilio por mi lentitud al avanzar, pero era bastante
efectivos en el momento de actuar.
-La
carreta está cerca Labhol el cuervo ya la ha identificado, son un grupo de
goblins que desea quedarse con los bienes del mercader.
-Eafed
ya logro distinguir lo que está sucediendo, veo un círculo de fuego al parecer
creado por Pirria, unos cuantos esqueletos manipulados por Nefgu hacen lo
posible para mantener a los goblins a raya. Sin nuestra ayuda no pasaran la
noche.
-Tengo
una idea ¿pero tú que tienes en mente Labhol?
-
Crea un golem de inmediato iras con él desde esta dirección, para darte algo de
tiempo quemare un árbol al costado de la carretera, volveré hacia a ti, cuando
vuelva tendrás que hacer el esfuerzo de invocar lo máximos esqueletos posibles.
-Labhol
ya comencé con la preparación del golem, cuando vuelvas despues de quemar el
árbol, avanzaremos los tres con el golem, cuando nos acerquemos a la carreta y
nos juntemos ocn los muchachos, quizás tenga algo de energía para invocar unos
esqueletos. Pero de momento solo podre generar al golem…
-Maestro
yo sé que tú puedes, pero si estas más seguro con tu plan, haremos eso, voy y
vuelvo, mantente atento.
El mercader a pesar de estar asustado por todos los
goblins que los rodeaban, poseía una mezcla de expresiones en su rostro, sino
fuera por la ayuda de los magos hubiera dejado ya abandonada su carreta, aun
tenia presente que su hija había ido por ayuda, él tenía que hacer lo posible
para que ella tuviera donde volver a su regreso. Pirria con su barrera de
fuego, había contribuido que Nefgu pudiera recuperar algo de energía para
seguir invocando esqueletos mientras algunos caían en batalla. De la nada
estallo un árbol que ilumino en gran medida el oscuro camino ya habiendo caído
la noche.
-¿Qué
ha ocurrido? ¿Pirria has sido tú?
-No…
yo no hecho nada, solo estoy concentrada en mantener la barrera de fuego
-hay
que estar atentos, no descuides la barrera. Intentare juntar energía, mientras
algunos esqueletos están atentos, intentare mover de a poco la carreta con el
mercader para acercarnos a los muchachos, quizás que planes tenga estas
asquerosas criaturas.
Los Goblins también se habían asustado, pero la ambición
por los tesoros que podía tener la carreta los tenía con su ataque, además
pensaban que el fuego era un truco de los magos.
La carrera se iba moviento poco a poco, se notaba el
semblante cansado de Pirria por intentar movilizar la barrera de fuego,
esqueletos iba cayendo lentamente por el ataque de los goblins que no pretendía
dejar que su mercancía se moviera.
-Mercader
puja lo más que puedas, tenemos que moverla lo más posible antes que me quede
sin esqueletos.
-Nefgu
¡date prisa! No sé cuánto más podre aguantar con la barrera.
-plaf
plaf plaf los esqueletos caían ante los arrojados ataques de los goblins
-¡Pirria
agachatee!
Había sido demasiado tarde dos goblins habían saltado
sobre ella, solo quedaba un esqueleto que protegía la espalda de Nefgu. El
intento de acercarse a sus amigos había sido demasiado peligroso, pero la única
alternativa para intentar acercarse, no habían podido resistir hasta el
amanecer. Nefug corrió en su auxilio dejando la carreta con el mercader
solo, ambos goblins intentaban
arrancarle la ropa a Pirria mientras buscaban objetos de valor.
Después de una larga espera Eafed ya había invocado al
golem, se encontraba sentado recuperando energías, esperando que llegara
Labhol, el cuervo le avisaba que tenían que darse prisa. No le quedaba otra
opción que ponerse de pie e ir en la ayuda de sus amigos en la ausencia de su
Sirviente. Su paso al andar era bastante
lento, pero ya le quedaba menos distancia, podía verlos, El golem era pequeño
pero fuerte y rápido, se adelantó por las órdenes de Eafed. Se distancio
rápidamente llegando a la carreta junto al mercader que estuvo a punto de
atacarlo, él lo esquivo y le saco tres goblins que estuvieron a punto de acabar
con su vida. A Eafed aún le faltaba camino por recorrer mientras tanto buscaba
con el cuervo donde podría estar Labhol.
-¡ayúdame
Nefgu!
-ya
voy Pirria resiste un poco mas
-Por
lo visto ustedes dos necesitan un sirviente tan bien entrenado como el que
tiene mi amo, estaba esperando que los goblins le quitaran algo me ropa a
Pirria pero tenía que asegurarme que no peligrara su vida.
-Tipico
de ti Labhol, sino fuera por mi báculo, ya me habrían quitado toda mi ropa y
bienes.
-bueno
ya estoy aquí para ayudarles.
Algo que apreciaban los muchachos era la dedicación y los
grandes artefactos creados por Labhol, cuando él estaba cerca todo funcionaban
mejor. Antes que Nefgu llegara a Pirria,
el sirviente de Eafed se habían hecho casi invisible con la oscuridad de la
noche, lanzo dos de sus artefactos que eran como bombas incendiarias que
hicieron replegarse a los goblins que atacaban a Pirria. No había tiempo de
confiarse, Labhol le entrego unas piedras a engarzadas a Pirria, ella recupero
una parte de su energía volviendo a levantar la barrera de juego. Eso permitió
alumbrar bien la zona. El mercader se
encontraba con varios cortes leves, pero la sangre que emanaba le daba un
aspecto de cansancio y fealdad. El golem
había acabado con varios Goblins que corrian para salvar su vida. Cerca del
perímetro de la barrera de fuego recién había llegado Eafed con el cuervo en su hombro.
-Chicos
por lo visto he llegado justo a tiempo
-
(ambos chicos) ¡Eafed! ¡Nos alegra que hayas llegado!
-Eafed
desde ahora en adelante ¡iremos todos juntos! No me agrado la idea de ser la
recadera que tiene que llegar al auxilio de un bobo como Nefgu que es
especialista de encontrarse mil problemas.
Estando
los tres juntos pudieron repeler el ataque de los goblins que solo deseaban las
mercancías del viajero. Estaban algo cansados,
pero con el golem y todos a la vez llevaron más rápido la carreta donde
estaba la fogata. Aunora tenía todo preparado había aumentado la comida,
también había mejorado el campamento.
&
Ahora podía recorrer los puntos de protección creados por
mi maestro, como aun no tenía habilidades mágicas Rohxo siempre estaba cercano
a mis pasos, era como si fuese mi sombra, me sorprendía la rapidez, agilidad
que poseía un ser tan pequeño como Rohxo pero muy hábil a la vez. La siguiente
expedición que realizamos fue en las Crestas del Dragon Negro, llevaba más de
dos semanas entrenando diferentes conceptos empleados por Rohxo, no entendía
que quería conseguir o que cosa estaba buscando. Durante la hora de descanso
como encontramos varias pescados estábamos felices. Rohxo me contaba que como
aprendiz de brujo tenía que tener algún sirviente, dominar la manipulación o
control sobre las criaturas, aunque tuvieras habilidades de combate, el brujo
siempre tenía la colaboración de algún, animal, bestia, criatura, demonio, ser
angelical caído, golem elemental, algo, alguien a mi servicio. Eso mismo
estábamos buscando en estas llamativas Crestas.
-¿Qué
tal te parecen los pescados Rohxo?
-
están deliciosos, si tenemos algún avance en tu entrenamiento o lo que busco,
volveremos a repetir esta hazaña.
-jajajajaja
a mí me parece excelente necesito mucho pescado para volverme más fuerte
-claro
que comeremos bien, tenemos que estar preparado para todo
-Rohxo
¿podríamos dormir una pequeña siesta por esta vez?
-por
esta ocasión lo haremos pero mantente atento, este sector no es de fiarse
completamente.
-Mientras estaba durmiendo a
diferencia de la primera vez que había escuchado la melodía sabía que era Rohxo
era el que estaba tarareando la misma canción cuando estuve en los tótems con
Eajep, otras veces tallaba un una flauta de madera tocando otra tonada más
suave pero con un dejo más triste.
- No Sabía nada de los
orígenes de Rohxo tan solo la relación que tenía con Treouknu . Después de despertar de la siesta Argod apoyo
su espalda en una roca mientras le daba cuidados a su espada, cuando tenía restos
de animales la engrasaba, sino tenía la mantenía lo más brillante posible
aunque de un acero opaco. En la aldea Agrondium no se veía muchas armas de ese
material la mayoría estaba hecha de cobre o aleaciones mezcladas con eso. La
espada era una de las pertenecías de Treouknu que se la había prestado Rohxo. La
otra arma de Argod eran un par de Dagas que le había regalado Rohxo después de
haber entrenado dos años y medio con ellas. Ambas tenían gemas en su empuñadura
para ir acumulando energías en ellas.
-Argod vete preparando que
ahora iremos a recorrar la cima
-¿tendre que llevar algo en
especial?
-con lo que llevas será
suficiente, aunque posiblemente pasemos la noche cerca de los alrededores.
-como digas
El clima estaba nublado
anunciando un día despejado, bastante agradable para llegar a la cima o pasar
la noche, eso los tranquilizaba. Los mensajes enviados por Labhol de las
historias, habilidades de Eafed estarían por llegar al igual que los reportes
de cómo estaba Eajep. Según los cálculos de Rohxo aún le quedaban semanas para
solucionar la compañía que debía tener Argod, idealmente solucionarlo antes que
descendieran de las Crestas del dragón Negro.
Continuara…